Y llegamos a la última entrada del blog... no lloren, mis fans (se hacía la Hannah Montana y el blog lo visitaban solo los profesores). Esta vez no traigo contenido sobre tecnología o programas, sino que vengo a hablar de mi experiencia con la cursada de Traducción Asistida en la Universidad CAECE.
En esta materia, nuestros profesores Mati y Euge combinaron teoría con práctica. En la primera parte de la clase, generalmente vimos conceptos que fueron desde la localización de textos para llegar a mayores audiencias, hasta la diferencia entre hardware y software o la evolución de la Web (si chicos, las cosas no siempre estuvieron a un click de distancia). Además, pudimos aprender qué condiciones de formato deben cumplir las traducciones para poder ser legalizadas y cómo hacer un presupuesto (todas cosas de adultos que, de haber tenido que entender yo sola, me hubiese agarrado un patatús). En la segunda parte de la clase nos dedicamos a la práctica con programas de traducción, herramientas que, gracias a la vida, existen para hacerle la vida más fácil a los profesionales. Agradezco que ambos profes tuvieran la paciencia para ver todo paso a paso y para responder cualquier pregunta, por mas boba que fuera (en el parcial Euge tuvo que mostrarme cómo cambiar la fuente del texto en Word... por algo mi blog se llama «la abuela traductora»). Para poder practicar con programas como Trados SDL Studio, Xbench, Olifant o ABBY, los profesores nos mandaban un archivo comprimido con un texto a traducir y una guía de estilo, y a partir de eso podíamos experimentar con todas las herramientas y entender cómo funcionaban. Lo único que tengo para comentar es que tal vez me hubiese gustado trabajar un poco más con ABBY y con el diseño de páginas web, que no tocamos con tanta profundidad.
Para el parcial práctico, Mati y Euge nos dieron una copia con las instrucciones de la prueba mucho antes del día en que rendíamos, para poder practicar las veces que quisiéramos y para que fuéramos con los pasos bien frescos. También nos dieron la posibilidad de mandarles nuestras prácticas para que volviesen corregidas y para nosotros pudiésemos entender qué habíamos hecho mal. El parcial teórico fue un quiz muy breve sobre los conceptos más importantes (hecho en el campus para ahorrarnos la tortura de escribir a mano por horas como si fuese un ensayo de historia). Me parece que ambos métodos de evaluación fueron súper cómodos y al punto.
Más allá de haber aprendido a trabajar con programas que espero me faciliten el trabajo en un futuro, lo que más rescato de esta materia es que es la primera en la que lidiamos con cosas más cercanas a la vida profesional. Claramente las clases de gramática y traducción son súper importantes, pero si salgo al mundo solo con ese conocimiento me comen viva seguro. Por eso, aprender a hacer presupuestos y a dar formato público son las dos cosas que más me llevo de la cátedra. También me relaja saber que ahora sé usar programas que pueden ahorrarme mucho más tiempo al traducir. Así que muchas gracias Euge y Mati :) (Y Maju, obvio, mi compañera de apuntes y mi salvadora cuando no entendía qué hacer con los programas).
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Yo festejando que aprobé la cursada :) |