Cada uno de los idiomas en los que puede estar escrito un texto tiene sus propias variantes y términos: el español de España no es el mismo que el de Argentina; el francés de Francia es igual al que se habla en Canadá. Por eso, a la hora de traducir un texto, no solo hay que tener en cuenta el idioma meta, sino también su variante de acuerdo al país al que esté destinado. A esta adaptación de un contenido para que el público del país al que se dirige lo entienda se la conoce como localización (l10n para los fiaca que no quieren ponerlo completo). Cuando un producto se localiza, debe tener en cuenta la estructura gramatical y la cultura del idioma a traducir. Así se logra que cualquiera que lo lea pueda entender el contenido general, y que el producto sea más deseado y vendido en los mercados a los que pretende llegar.
Por ejemplo, si yo tengo que traducir la frase "what´s up, dude?" para un público de Colombia, no voy a poner «¿Qué onda, chabón?» como si estuviese escribiendo para la gente de Argentina, porque cuando lo lean los colombianos van a poner cara de meme confundido (tipo la cara que uno pone cuando le dicen «chicos, quédense tranquilos que esto no entra en el parcial» y después aparece como pregunta que vale 5 puntos).
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Para los que no saben de lo que hablo, acá tienen un ejemplo. |
El otro día estaba en clase y discutimos el concepto de localización, y surgieron ejemplos para mostrar cuán importante es aplicarlo. Entre muchos de ellos, uno me llamó personalmente la atención: chicos, en un momento existió un auto en Latino América que se llamaba «Mitsubishi pajero». PAJERO. Principalmente en Argentina, todos sabemos que un auto que circule con esa marca se va a llevar todas las risas y chistes (por no decir otra cosa) de parte de los más jóvenes, y todos los insultos y disgustos de parte de los más grandes. Poco tiempo después de que el auto saliera a la venta por estos pagos, el nombre cambió a «Mitsubishi Montero» por la obvia razón de que la palabra en nuestra cultura y en las culturas vecinas no tiene una connotación positiva.
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A riesgo de sonar desubicada, la «Pajero» es una camioneta divina (ojo igual, que con ese nombre no la compro ni de casualidad...). |
Si bien adaptar un texto cuando se traduce a un idioma meta es crucial en todos los contextos, cobra mayor importancia en aquellos que involucran la salud y la formación de las personas. Los consentimientos informados, los libros de escuela y universidad, los manuales para maniobrar máquinas, las instrucciones de emergencia de un avión o vehículo deben poder ser entendidas por todo aquel que las lea, porque si un término no tiene correspondencia con el idioma del público meta, pueden ocurrir accidentes o malentendidos graves.
En un plano más tecnológico, la internacionalización (i18n, de vuelta para aquellos que sean tan pajeros como el auto... I´m sorry to everyone who was offended by that) es «el proceso de diseñar software para que pueda adaptarse a diferentes idiomas y regiones sin la necesidad de realizar cambios en la ingeniería ni en el código». En otras palabras, la internacionalización se encarga ya de crear programas con bibliotecas de términos para cada posible variante de los idiomas. Así, la tarea de localización es mucho más sencilla para la persona que realice un trabajo de traducción.
De cualquier forma, podemos ver que tanto la localización como la internacionalización son de suma importancia a la hora de traducir un texto, porque si no se tienen en cuenta, se pierden tanto el significado como las ganas de obtener el producto.
Bibliografía:
- Material de clase.
- Anécdotas de la vida real (Lo del auto es 100% real gente... si no me creen, acá hay evidencia).
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